jueves, 9 de agosto de 2012

Macho en ascenso



“De Lanús… Gallina”. Sonrío. Último partido de River en el Nacional B. Monumental repleto. “Porque tengo aguante no como vos que sos de la B”. Enarco la ceja. Marco en el celu: “No te hagás la piola…” Lucas está nervioso. Asegura que se juega la vida en los próximos 90 minutos. Ezequiel está brotado.

Despeinado –por primera vez desde que lo conozco- y con sarpullidos por todo el cuerpo. Se rasca como un sarnoso. Mariano está sereno. Como Julio César durante la tempestad, tranquiliza: “Muchachos, ya está. Grondona nos mandó a la B, ahora nos hace volver, cobrando lo que el árbitro quiera… van a ver”. Lucas insulta: “¿Saben qué me contó un alto funcionario de la ciudad con intereses en River?” Los tres damos vuelta la cara y lo miramos atentos. Él estira el misterio. “Que la orden que le dio Grondona a Pezzotta fue `vos no hagas nada que estos se van solos`. Clarísimo, ¿no?”

“Qué, qué me vas a hacer? Si ni te animás”, continúa buscando roña Soraya a través de la pantalla del IPhone. “Después hablamos. Beso”, respondo malhumorado. “Uuuuuu ta asustado el gallinita”, escribe. Comienza el partido. El Monumental es una caldera.

-Odio a Giunta, lo odio, bostero h…- repite enfermo Ezequiel, que no parece el Ezequiel al que estoy acostumbrado a ver.

-Y no les cuento lo que pasó en el ámbito de la política nacional con Grondona… No, no, eso no puedo contárselos- dice Lucas resuelto.

“Estás en la cancha, Noni? Imagino que estarás nervioso. Me encantaría estar ahí con vos. Irina”. Sonrío. Pero esta vez es una sonrisa con autosuficiencia. Le escribo: “Estás viendo el partido?”. Y suena otro mensaje en el celular: “No te calentés con esta pobre chica del sur”. Reconozco que me gusta el estilo frontal y socarrón de Soraya. Hay algo en su estrategia de guerra que me excita como un animal. Ezequiel me mira con cara molesta. “Va media hora de partido, queriiiido –protesta alargando la i- y vos dale que dale con el celular del orto ese”. Lucas lo mira extrañado.

-Se supone que el fanático soy yo, Eze, aflojale…

-Es que no se concentra, no toma conciencia de la gravedad del asunto- explica circunspecto. Mariano se ríe:

-No se peleen, che… En el segundo tiempo nos regalan un penal y listo. Tranquilos.

Guardo el celular y espero el entretiempo. Apenas, terminan los primeros 45 minutos, suela el celular. “Perdoná, querido, -sí, obvio que reparo en el querido- pero Martín está llorando desde que empezó el partido. Dice que el lunes lo va a cargar toda la escuela y que se va a tener que agarrar a trompadas con todos los de Boca ¿lo podrías convencer de que van a ganar? Te lo paso”. Martín llora. “¿Qué pasa, campeón? Tranquilo, yo te prometo que ahora hacemos por lo menos dos goles y el lunes tus compañeros se mueren de bronca”. Balbucea, pregunta si no le estoy mintiendo y se despide. Antes de cortar, escucho su voz inocente diciéndole a la flaca: “Papá me prometió que íbamos a hacer dos goles”. Yo corto. Se me estruja el alma. Pienso en que todavía hay estúpidos que no entienden lo que significa el fútbol.
Pasan los minutos. Trezeguet hace el gol tras una jugada en off side de Funes Mori. Mariano y Lucas sonríen. Ezequiel se alivia. Yo recibo dos mensajes de texto: uno de Irina y otro de Soraya. Les contesto. Penal para River. Trezeguet lo erra. Tres mensajes de texto: se suma la flaca, angustiada. Segundo gol de River. Ahora sí, la felicidad es completa. Me llama Martín llorando y me dice: “¡Papá, vos sos lo mejor que me pasó en el mundo!”. Ezequiel llora. Lucas ríe cínico. Mariano me abraza como cuando éramos pibes del colegio. Suena el celular. Un nuevo mensaje de texto:  “Nada. Vi que jugaba River y pensé en vos. Te felicito. Soy Alejandra, la chica de Praga, obvio, por si me olvidaste”.

Apago el celular. Juro que odio a las mujeres tanto como al fútbol. Entonces, miro a los muchachos, nos abrazamos los cuatro en fila parados arriba de los asientos y empezamos a gritar y a cantar. A desahogar el ascenso tan deseado. A exorcizar demonios futboleros.

Publicado en Revista Bacanal en el mes de agosto.